Ataulfo Alves fue un compositor y cantante brasileño de samba nacido en 1909, en el municipio de Miraí (estado de Minas Gerais). Su padre, Severino de Sousa “Capitán Severino”, era un músico popular conocido en la zona. Con él se inició en la música, cuando tenía ocho años; sin embargo, falleció dos años más tarde, por lo que tuvo que ponerse a trabajar (como limpiabotas, lechero, conductor de bueyes, recadero, cargador de maletas, carpintero o agricultor) para ayudar a su madre y a sus seis hermanos. A los dieciocho años se instaló en Río de Janeiro para trabajar en el consultorio y en la casa del médico Afrânio Moreira de Resende. Después, entraría a trabajar en la farmacia de Samuel Antunes, primero como limpiador de ventanas y, posteriormente, cuando aprendió el oficio, como auxiliar de farmacia. En 1929, mientras trabajaba en la botica, ya componía y era director de armonía del grupo local Fale Quem Quiser. En aquella época conoció a Maria do Carmo Miranda da Cunha, famosa años después en Brasil y Estados Unidos con el nombre artístico de Carmen Miranda; era amiga de las hijas de su patrón, y trataba de ganarse la vida como cantante. Pocos años después, algunas de las canciones compuestas por Ataulfo Alves llegarían al sello discográfico Victor; los directivos de la compañía quedaron encantados, y concertaron una cita grabar algún tema, precisamente con Carmen Miranda. La primera canción que registró para Victor fue la titulada “Sexta Feira”, interpretada por el cantante Almirante; la segunda fue “Tempo perdido”, con Carmen Miranda como vocalista, acompañada por la orquesta Diabos do Céu, del chorista Pixinguinha. Ataulfo Alves falleció el 20 de abril de 1969, dejando en su haber más de 320 canciones, uno de los legados más importantes de la música popular brasileña.
Tal y como se señala en la web Arquivo Marcelo Benavides – Estrelas que nunca se Apagam-, en la que se recogen treinta de los temas compuestos por Alves, lo más probable es que la samba “Tempo perdido” ya se viniera interpretando, desde 1932, por el mencionado grupo Fale Quem Quiser; quizás Carmen Miranda la escuchó a comienzos de 1933 y acabó grabándola en mayo de ese mismo año (el lanzamiento del disco se produjo un mes después). Inexplicablemente, no existen demasiadas versiones de esta bonita canción -o yo no las he sabido encontrar-. Entre las interpretaciones que se han hecho de “Tempo perdido”, destacamos las de una cantante actual llamada Maysa (no confundir con la histórica Maysa Matarazzo), Tranquillo Ensemble, FunThomas, Banda Lous Berretes, Pingo de Choro y, por supuesto, las dos que hoy acompañan, en lugar destacado, a la grabación original de Carmen Miranda: la de la brasileña Amelia Rabello, incluida en su álbum “A delicadeza que vem desses sons” (2011), y la de los estadounidenses Pink Martini, habituales de este blog, que versionan el tema en su tercer trabajo de estudio, titulado “Hey Eugene!” (2007).
